La siembra de trigo, cuyo principal productor del país es el estado de Sonora, este año alcanzará apenas 15 por ciento de las 150 mil hectáreas que por lo general se destinan al grano, marcando un mínimo histórico. Lo anterior, debido a la sequía que afecta 95 por ciento de los 72 municipios y ha provocado grandes pérdidas en el campo. Las presas están a 16 por ciento de su capacidad de almacenamiento.
Humberto Borbón Valencia, director general del distrito de riego del río Yaqui, describió la situación de caótica y explicó que más de 180 mil hectáreas en el Valle del Yaqui no se sembrarán este ciclo agrícola por la falta de agua.
Esto golpeará fuertemente la economía del sur del estado, que depende casi exclusivamente de la agricultura y las actividades rurales, advirtió.
Añadió que la derrama promedio en el sector ronda 15 mil millones de pesos anuales, pero en 2025 se prevé una disminución drástica. Además, se perderán más de 4.5 millones de jornales agrícolas, perjudicando a 22 mil productores del distrito de riego, de los cuales 70 por ciento pertenecen al sector ejidal.
Ellos son de bajos ingresos, con parcelas de entre cinco y siete hectáreas. Apenas sobreviven con las condiciones actuales, y ahora enfrentan costos de producción altísimos y el cierre de fuentes de financiamiento como la Financiera Rural, señaló.
El déficit hídrico en la cuenca del río Yaqui supera 300 millones de metros cúbicos, una situación que imposibilita cualquier incremento en la disponibilidad de líquido.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, la región se encuentra en sequía extrema, con una reducción del 25 por ciento en los volúmenes de agua disponibles.
La tendencia es a la baja, y esto complica más la viabilidad de los cultivos. Muchos tendrán que cerrar sus negocios porque esta situación no es sostenible. El precio de los granos y la falta de líquido han generado una tormenta perfecta para la agricultura, lamentó Borbón Valencia.
Aunque el gobierno federal ha considerado planes de tecnificación del riego, Sonora quedó fuera de los paquetes estratégicos, a pesar de ser el estado que aporta 80 por ciento de la producción nacional de trigo cristalino y 52.4 por ciento del total de trigo en el país.
El productor necesita acompañamiento gubernamental, inversiones en infraestructura y obras estratégicas para amortiguar los efectos de esta sequía. Aunque el distrito de riego es de los más eficientes, fenómenos de esta magnitud superan cualquier avance técnico, indicó.
Aseguró que esta es la peor sequía que ha enfrentado en su vida y consideró que el fenómeno también incrementa los costos. Estamos gastando más en buscar alternativas como el riego por goteo, pero no es suficiente. Los pozos están agotados, las presas casi vacías, y el precio de los insumos sigue subiendo. Muchos compañeros ya están cerrando sus parcelas porque simplemente no hay manera de seguir adelante.
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